buceo en Jávea

Alojamiento

Empiezo ahorrándome el apartado de «cómo llegar» porque siempre he ido en coche. Pero si optáis por el transporte público, podéis ir en autocar o en tren (en el caso de Denia, hay estación de ambos medios en la localidad, y en la de Jávea, sólo de autocares, la estación de tren está en Gata de Gorgos, a unos 9 kilómetros).

Como ya os comentaba en el post, he ido varias veces tanto a Denia como a Jávea en estos tres últimos veranos, y las opciones de alojamiento han sido distintas en cada caso.

Con el Sr. Marqués me quedé en el Hostal L’Anfora, económico, limpio y tranquilo a pesar del trasiego del lugar donde está enclavado (enfrente del puerto donde salen los ferries a Baleares). Buena ubicación con respecto a la playa y al centro de la localidad. Eché de menos que no ofrecieran desayuno, pero está flanqueado por dos bares con terraza en la plaza en los que poder disfrutarlo.

Atardecer en la playa de Denia

El año pasado estuve con unos amigos en Villa Antonieta, una estupenda casa en Les Bovetes (como a un kilómetro de Denia), que tiene una bien merecida puntuación de 9,6 en Booking.com. Amplia, con aparcamiento para 3 coches, terraza, barbacoa, un trato muy amable de los propietarios…Ideal para un grupo grande.

En Jávea, antes me quedaba en una residencia de habitaciones y baño compartido muy acogedora, donde íbamos recomendados por el centro de buceo. Este año, la han reconvertido en residencia para estudiantes, así que busqué un sitio donde alojarme (normalmente a bucear voy sola) y elegí el Hostal Roig entre las opciones que me planteaba Buceo Cabo La Nao en su web. Todo un acierto. Aunque hay que coger el coche para ir a la playa, no hay nunca problema de aparcamiento cuando vuelves al hostal, sea la hora que sea. Un trato personalizado por parte del matrimonio que lo lleva, unos desayunos maravillosos y todo limpio y adecuado a las medidas de seguridad sanitaria que este año se han hecho necesarias. La habitación doble de uso individual con balcón cuesta 45 euros la noche (desayuno incluido).

Qué ver en Denia

Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción

Por favor, no hagáis como nosotros y sacad tiempo para ir al Castillo de Denia. Los atardeceres desde allí son espectaculares. Pero siempre he llegado tarde y ya había empezado a caer la noche (la puntualidad no es la mejor de mis virtudes, ya lo siento). Una excusa para volver.

Lo que sí que os puedo recomendar es empezar la visita en la Plaza de la Constitución, donde está el Ayuntamiento, o en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción. A partir de ahí, callejear y quedarse a cenar en uno de los restaurantes de carta o de tapas de las calles peatonales adyacentes. El Sr. Marqués y yo elegimos Casa Benjamin, todo un acierto por la calidad de sus productos. Está cerca de La Chica de Ayer, ideal para tomarse una copa y escuchar los mejores temas del pop español de los 80.

Gastronomía en Denia

Si preferís quedaros en la zona cercana al puerto, dos recomendaciones gastronómicas: o los bares que hay en las calles circundantes a la Plaza de San Antonio, de esos que todavía apuntan cada día el pescado que tienen en una pizarra y lo van borrando según se acaba (uno de ellos es el que aparece en la foto del Sr. Marqués), o los restaurantes del Carrer Bellavista del Grupo El Raset (La Barqueta o El Raset) donde degustar un arroz maravilloso, da igual la especialidad que pidas (Flower y yo somos bastante dadas al arroz negro, pero todos los que hemos probado allí son estupendos).

La mejor manera de terminar la cena es tomando algo en la Plaza de San Antonio (se ve al fondo de la foto del Sr. Marqués). Un lugar acogedor, tranquilo, con 3 terrazas entre palmeras, música de fondo y buenas copas. Para qué más.

Añado a estas recomendaciones gastronómicas Casa Fernando, un restaurante de arroces a pie de playa, de los que lo hacen como toda la vida. Conviene reservar con antelación porque está siempre lleno.

Un paseo por Jávea

Si el casco histórico de Denia merece una visita, el de Jávea no se queda atrás. Hay quien lo compara con la ciudad de Ibiza, pero, en mi opinión, tiene personalidad propia.

Jávea conserva un trazado medieval en sus calles, jalonadas por casas que combinan los colores con el blanco y el pardo de la piedra tosca local. Lo más llamativo de sus edificios son sus balcones y enrejados. En cuanto a monumentos, no perderse la Iglesia de Sant Bertomeu, el Mercado municipal de Abastos, la Capilla de Santa Ana o el Convento de las Agustinas.

Una recomendación: no intentéis llegar hasta el mismo centro de Jávea en coche, hay bastantes zonas peatonales y aparcar es bastante complicado (aunque siempre se puede dejar el coche en un parking). Merece la pena dejarlo en los aledaños, de camino a los principales monumentos de la localidad siempre siempre encontraréis alguna calle o plaza curiosa de ver.

Al agua

Para mí Jávea es sinónimo de buceo. Después de la increíble experiencia del bautizo, me vine arriba y me interesé por el curso de Padi Open Water. Me habían transmitido tanta profesionalidad y buen rollo en el Centro de Buceo Cabo la Nao que ni siquiera me molesté en mirar más opciones. Quería aprender a bucear con ellos. Total, todo había ido fenomenal, había conseguido mantenerme y disfrutar debajo del agua. No podía ser tan difícil ¿no? Bendita inocencia.

No es que bucear sea complicado ni peligroso. Pero tiene sus técnicas y sus situaciones de riesgo, que tienes que aprender a controlar y resolver. En 3 días puedes sacarte el título de Padi Open Water, que te permite el buceo recreativo hasta 18 metros de profundidad en cualquier lugar del mundo.

buceo en Jávea

Recuerdo como si fuera ahora mismo el grito de mi monitor al salir del agua en la última inmersión del curso: «¡lo has conseguido!». No fui capaz ni de responderle, estaba sobrepasada por la emoción de lo vivido bajo el mar y por la enorme satisfacción de haber superado un reto personal. De hecho, pensé en hacerme un tatuaje de una estrella de mar para conmemorar el momento, pero dado mi miedo a las agujas, me conformé con una «pintada» que me hizo mi compañera de curso allí donde la espalda pierde el nombre y que exhibí delante del resto de acompañantes e instructores en la puerta del centro de buceo en la entrega de diplomas.

Una vez que tienes una titulación básica, hay que seguir practicando y aprendiendo en cada inmersión. Poco a poco se va controlando mejor la respiración, la flotabilidad y eso contribuye a que cada vez se disfrute más de las maravillas que ofrece el fondo del mar. Yo estoy en ello dos años después, y espero poder seguir haciéndolo muchos más.

Más deportes naúticos

Además del Padi Open Water, existen cursos de perfeccionamiento, especialización y profesionalización de buceo que yo todavía no veo en condiciones de realizar, pero nunca se sabe. De momento, dejo los cursos avanzados para los que son más hábiles o valientes que yo.

Para aquellos que quieren empezar en el buceo, recomiendo hacer un bautizo antes del curso. Y para los niños que quieran tener su primer contacto con este mundo, creo que es bueno tener una primera experiencia de snorkel. El año pasado lo probamos con los hijos de unos amigos y disfrutaron un montón. De hecho, una de ellas se lo pasó tan bien que quiere hacer un bautizo. Este año no ha podido ser, pero lo tenemos pendiente y le he prometido que la acompañaré.

Y como para gustos, los colores, Flower y yo hemos hecho en Jávea uno de nuestros famosos «tú a Boston y yo a California». Mientras yo me iba a bucear, ella prefirió alquilar una moto acuática para surcar el mar a toda velocidad. En Jávea hay distintas empresas que las alquilan, con distintos recorridos de duración variable.

En Jávea, el que no se divierte en el mar es porque no quiere.

Post completo sobre Jávea y Denia en: https://www.3xelmundo.com/denia-y-javea-de-como-la-casualidad-se-convirtio-en-pasion/